EL GLAUCOMA, LA CEGUERA SILENCIOSA
GLAUCOMA, LA CEGUERA SILENCIOSA
El Glaucoma Crónico es una pérdida progresiva de las fibras nerviosas de la retina provocada principalmente por una elevación de la presión intraocular. Esta pérdida nerviosa se traduce en un lento deterioro, progresivo e indoloro deterior de la visión que inicialmente se localiza en áreas periféricas del campo visual, lo que vulgarmente miramos "de reojo".
Sólo llega a producirse afectación de la visión central en los estadíos más avanzados de la enfermedad, cuando el daño que se ha producido es irrecuperable.
Para evitar graves consecuencias de ésta patología, que ocupa el tercer lugar como causa de ceguera en la población occiental, deberíamos detectarla en sus inicios para instaurar el tratamiento adecuado y detener o enlentecer el proceso,a fin de mantener la visión del paciente durante toda su vida.
QUÉ ES LA PRESIÓN INTRAOCULAR Y QUE QUÉ DEPENDE
El globo ocular, morfológicamente, es una pelota hueca que mantiene su consistencia gracias a la existecia de un fluído transparente en su interior, denominado humor acuoso.
La función del humor acuoso es aportar nutrientes y recoger desechos metabólicos de las estructuras anteriores del ojo (córnea y cristalino). Es producido de forma constante a lo largo del día, a nivel de una estructura localizada detrás del iris (lo que da color al ojo) llamada cuerpo ciliar y a su vez, es eliminado de forma constante a través de un espacio ocular denominado malla trabecular, que funciona a modo de red de filtración o desagüe para el ojo.
Por causas, áun no se todo esclarecidas, dicha malla trabecular en determinados pacientes, puede sufrir un menoscabo en su función de filtro, produciéndose un mayor obstáculo al drenaje del humor acuoso. Si a ésta disminución de la cantidad de fluído que es drenada al exterior del ojo, asociamos que se mantiene la misma producción de humor acuoso al día, el resultado es un aumento del líquido intraocular y por tanto un aumento de la presión dentro del ojo.
Inicialmente, lo primero que se produce, es una hipertensión ocular, que puede o no desencadenar la lesión de fibras nerviosas a nivel del nervio óptico, hablándose entonces del desarrollo de glaucoma, una vez que se constata el daño anatómico de estructuras oculares debidas a dicha hipertensión ocular.
Clásicamente se consideran, que hasta 20-21 mmHg, las cifras de la presión ocular son "estadísticamente" normales.
Sin embargo actualmente se reconoce que, sólo con la medición de la presión ocular como única exploración, pueden pasar inadvertidos un número considerable de glaucomas, cuya presión se situa por debajo de éstos 21 mmHg.
Es por ello, por lo que el diagnóstico de esta enfermedad debe estar basado sobre tres pilares diagnósticos básicos, el primero, la medición de la presión ocular o tonometría, el segundo es el estudio anatómico del nervio óptico sobre el que se puede calcular el porcentaje de pérdida de fibras nerviosas secundarias a la hipertensión ocular, y en tercer lugar, la campimetría o campo visual, que permite estudiar la topografía y gravedad de dicha pérdida, permitiendo obtener un documento de gran valor en el seguimiento y evolución de ésta enfermedad.
FACTORES DE RIESGO Y TRATAMIENTO DE GLAUCOMA CRÓNICO
El glaucoma puede presentarse a cualquier edad, si bien es más frecuente a partir de los 40 años. Su condición hereditaria obliga a un rastreo entre familiares del paciente ya diagnosticado de glaucoma.
La Diabetes, los tratamientos prolongados con corticoides orales o por instilación de gotas oculares y la miopía moderada-alta, son circunstancias relacionadas con el desarrollo de hipertensión ocular y glaucoma.
En el tratamiento del glaucoma, se disponen de tres armas terapeúticas fundamentales. El tratamiento inicial y más conservador, consiste en la instilación diaria y de por vida de COLIRIOS HIPOTENSORES, cuya acción fundamental es la de disminuir la producción de humor acuoso en el cuerpo ciliar o la de estimular el drenaje de humor acuoso a nivel de la malla trabecular.
El segundo pilar terapeútico es la TRABECULOPLASTIA CON LASER ARGON, en la que se realizan pequeñas quemaduras a nivel de la malla trabecular para reabrir espacios de filtración y aumentar la salida del humor acuoso.
Finalmente, para pacientes que no responden adecuadamente a los tratamientos anteriores, se reserva la CIRUGÍA FILTRANTE, en la que se construye una nueva salida para el humor acuoso hacia el exterior del ojo.
En El Centro Oftalmológico de Carballiño (Ourense) podrá realizar sus revisiones oculares de manera periódica y obtener una valoración y diagnóstico mas detallado.