LA DEGENERACIÓN MACULAR (DMA)
Las enfermedades de mácula son responsables de más del 50% de las pérdidas de visión que se producen en personas que pertenecen al mundo desarrollado. Cómo causa más frecuente se encuentra la diabetes, y en segundo lugar la Degeneración macular asociada a la edad (DMA), que generalmente afecta a personas mayores de 50 años de edad. Cuando esta patología se detecta pronto, es susceptible de ser tratada con láser y así impedir la progresión de la enfermedad y el deterioro visual que produce la enfermedad.
Desgraciadamente, la mayor parte de los pacientes llegan demasiado tarde al diagnóstico no siendo ya candidatos para el tratamiento láser, pero aún así, es importante que mantengan una estrecha relación con su oftalmólogo que les encaminará a la mejor toma de decisiones par conseguir una mejor calidad de vida.
LA MÁCULA
Se denomina así a una pequeña área de la retina central,
encargada de recibir las imágenes del exterior, las cuales se proyectan sobre ella
a manera de pantalla d cine. Es la capa del ojo encargada de la MÁXIMA
PERCEPCIÓN VISUAL en sentido estricto de la palabra. Es el punto que usamos
para enfocar los objetos de nuestro interés en cada momento, para verlos con
exquisito detalle. Es por ello, la encargada de acciones como el de la lectura,
de la percepción de los colores, en definitiva, de la mejor percepción visual
en situación de buena iluminación.
¿CUÁL ES LA CAUSA DE LA ENFERMEDAD?
La causa última por la que se produce esta enfermedad
radica en un fallo crónico de aporte de circulación y por lo tanto de oxígeno a
la retina por parte de la capa de vasos encargada de su aporte nutritivo que se
denomina coroides, produciéndose a su vez también, un fallo crónico en la
limpieza de los materiales de desecho producidos por la retina en su
metabolismo normal.
La consecuencia, pueden ocurrir dos cosas, que explican las formas clínicas de la DMAE, por un lado, puede ocurrir una degeneración y atrofia de la retina a consecuencia del déficit de nutrientes para su normal funcionamiento lo que produciría la forma clínica más frecuente y de mejor pronóstico visual denominada FORMA ATROFICA O SECA o por el contrario, se produzca el crecimiento de vasos anómalos en la coroides para compensar la falta de aporte nutricio a la retina, destruyendo en su crecimiento a las zonas de retina adyacentes, que producirá la forma clínica menos frecuente pero de peor pronóstico visual que se denomina FORMA HÚMEDA O EXUDATIVA.
Dado que en esta enfermedad, se produce un daño selectivo de la retina en la mácula (zona central de la retina), la consecuencia es un déficit de visión que sólo afecta al campo visual central, conservándose la visión periférica que permitirá que el paciente mantenga una buena relación con su entorno.
La forma de evolucionar el cuadro es muy distinto par ambas formas clínicas. Así, la FOMA SECA evoluciona muy lentamente por lo que el paciente va compensando sus cambios visuales a lo largo de su vida, mientras que la FORMA HÚMEDA, progresan muy rápidamente, produciendo una mayor destrucción de tejido y un mayor deterioro de la visión, de ahí la importancia de un diagnóstico precoz que permitirá a su vez un tratamiento precoz, dado que es la forma clínica de DMAE susceptible de tratamiento con láser.
CUALES SON LOS SÍNTOMAS DE LA ENFERMEDAD
Esta es una enfermedad ocular que como único síntoma
produce pérdida de visión. NO produce dolor ni ningún tipo de molestia ocular,
como picor, lagrimeo, etc. Es una enfermedad que suele afectar ambos ojos (bilateral)
aunque no siempre de forma simétrica. Además, ambos ojos pueden afectarse en
momentos distintos de la vida del paciente.
Debe interpretar como síntomas sospechosos de padecer esta enfermedad, si:
· La parte central de su visión está borrosa pudiendo ver los bordes de una cara pero no las facciones centrales, por ejemplo.
· Las líneas rectas aparecen torcidas, inclinadas al mirar los marcos de puertas y ventanas.
· Tiene dificultad al calcular las distancias y alturas de los objetos, que sufren una deformación en su forma y tamaño, por lo que puede tener dificultad en subir o bajar escaleras, por ejemplo.
· Necesita cada vez más iluminación para realizar cualquier actividad con la visión cercana.
· Nota dificultad para reconocer amigos en la calle, nota dificultad en la lectura, para pagar con monedas o par ver la televisión.
· Nota un parche negro en el centro de su campo visual.
QUÉ HACER SI SE TIENEN ESOS SÍNTOMAS
Si usted sospecha que puede padecer este cuadro y sobre todo si los síntomas ha aparecido recientemente debe consultar con un oftalmólogo con rapidez. Así también, si usted ha sido diagnosticado previamente de una DMAE seca y de forma exudativa-húmeda.
La exploración específica que confirmará el diagnóstico es
una Angiografía intravenosa con contraste (colorante), que permitirá explorar
la integridad de la microcirculación retiniana y detectar la existencia o no de
vasos anómalos en sus retinas, por lo que determinará la necesidad o no de
realización de Terapia Fotodinámica con Láser.
CUAL
ES EL TRATAMIENTO EN LA DMAE HÚMEDA-EXUDATIVA
Desgraciadamente sólo en un 10% de las formas húmedas de DMAE se puede aplicar tratamiento con cuyo objetivo radica en detener la pérdida de visión progresiva que produce la enfermedad. El objetivo del tratamiento es destruir o cerrar los vasos anómalos que se han desarrollado por diretes técnicas y que son el origen de la enfermedad, para de esta manera, reducir y acotar la extensión de retina macular lesionada.
Se trata de un tratamiento ambulatorio (no requiere ingreso) y prácticamente indoloro.
En cuanto a la DMAE seca, no existe un tratamiento específico, salvo el tratamiento suplementario dietético a base de oligoelementos, antioxidantes, luteína, etc que le prescribirá su oftalmólogo y la realización domiciliaria de un test diagnóstico precoz que detectará las primeras alteraciones visuales propias del desarrollo de una forma clínica húmeda o exudativa, que es la Rejilla de Amsler, que debe realizarse con cada ojo por separado.