OFTALMOLÓGIA INFANTIL
OFTALMOLOGÍA INFANTIL
El cuidado oftalmológico de los niños es importante ya que los primeros años de vida son fundamentales para el desarrollo de la visión.
El ojo en el niño es inmaduro y está en constante crecimiento hasta los 7 y 8 años. De hecho, la agudeza visual, que en el momento del nacimiento es prácticamente nula, alcanza el 100% de desarrollo a los 5 años de edad.
Cualquier anomalíaocular no diagnosticada precozmente, puede detener este proceso de maduración fisiológico y dejar defectos que persistirán durante toda la vida de forma irreversible.
Existen dos situaciones diferentes en lo que respecta a las visitas oftalmológicas. Una cuando el niño tiene alguna queja u molestia ocular, y otra, las visitas rutinarias que se deben realizar a pesar de que el niño no tenga molestias oculares. El mejor regalo que unos padres pueden hacer a sus hijos es prevenir la aparición de enfermedades y es en gran medida responsabilidad de los pardres el conseguir el éxito terapeútico visual cuando existen defectos que requieren tratamiento.
CAUSAS MÁS FRECUENTES QUE REQUIEREN VISITA AL OFTALMÓLOGO
- Acercarse excesivamente a la televisión o a los libros.
- Entornar los ojos cuando miran objetos lejanos.
- Dolor de cabeza despues de forzar la vista.
- Ojos rojos con frecuencia.
- Desviación de los ojos.
- Diferencias de visión al tapar uno u otro ojo.
- Pupila de color blanco o grisaceo.
- Picor ocular frecuente.
- Girar o inclinar la cabeza cuando se quiere fijar en un objeto lejano.
CONTROLES OFTALMOLÓGICOS RECOMENDADOS.
- A los 3 - 4 años debe realizarse sin falta la primera toma de Agudeza visual y estudio refractivo, en todo niño que no presente hasta la fecha síntomas relacionados con alteraciones visuales. Posteriormente, revisiones cada 2 años hasta cumplir los 15 años.
- A los 7 meses, los niños que presenten desviaciones de los ojos manifiestas (estrabismo).
DEFECTOS DE DEFRACCIÓN.
Representan las alteraciones visuales más frecuentes en la infancia.
Son los denominados defectos de gafas.
En un ojo normal los rayos de luz convergen sobre la retina dando lugar a imagenes nítidas en el cerebro. Así pues, los defectos de defracción son aquellos ue impiden que los objetos se vean con claridad.
Basícamente son tres: hipermetropía, miopía y astigmatismo.
Es importante detectarlos precozmente, ya que son causas de bajo rendimiento escolar, cefaleas, ojos rojos. Deben ser corregidos con gafas.
ESTRABISMO
Es la desviación anormal de uno o ambos ojos en alguna de la posiciones de la mirada con la cabeza del niño recta al frente. Puede ser una desviación horizontal (hacia dentro o hacia fuera) o una desviación vertical (hacia arriba o hacia abajo).
La desviación puede ser intermitente (sólo cuando tiene sueño, se enfada, está cansado...) o permanente. En ambos casos, la primera consulta debería realizarse sobre los 7-8 mese de edad.
Existen estrabismos que tienen como última causa un defecto de refracción, como una hipermetropía importante. Son los llamados estrabismos acomodativos, que pueden corregirse con gafas. En otros, no existe causa refractiva que los justifique, con lo que el tratamiento necesario suele ser quirúrjico.
OJO VAGO O AMBLIOPE.
El ojo vago, gandul o ambliópe, es aquel que no se ha desarrollado visualmente de una forma normal durante la infancia y como consecuencia tiene menos visión que el otro ojo.
La ambliopía afecta a un 4% de los niños y sólo puede ser tratada antes de los 7 años, por ser éste momento en que se estailiza la maduración visual y desaperece la plasticidad neurológica propia de los niños, que es el valor en el que nos basamos para el tratamiento del ojo vago. Por encima de los 7 años, aún aplicando el tratamiento adecuado no se conseguirá que ese ojo llegue a su madurez visual.
Dado que el niño, tiene un ojo bueno, por el que ve muy bien, no suele quejarse de alteraciones visuales. Por lo que sólo las exploraciones rutinarias al oftalmólogo a los 3-4 años de edad permitirán diagnosticarlo precozmente.
Las causas más frecuentes del ojo vago son el estrabismo y las asimetrías entre un ojo y otro desde el punto refractivo.
El tratamiento consiste en forzar al niño a utilizar el ojo vago mediante la oclusión del ojo bueno.
OBSTRUCCIÓN CONGÉNITA DE LA VÍA LAGRIMAL.
Es también una patología frecuente en niños pequeños. Se manifiesta con lagrimeo espontáneo del ojo afecto, conjuntivitis (legañas) de repetición desde el nacimiento.
El 90% de los casos evolucionan hacia la curación espontáneamente durante los primeros 6 meses de vida. Si a los 6 meses cumplidos, no se ha solucionado, debe realizarse un sondaje de la vía lagrimal para su desobstrucción sin demasiada demora